Ya es suficiente
El Covid-19 afectó a todas las personas de diferentes maneras, entre ellas, el no poder tener ver y tener contacto físico con sus familiares y amigos.
Las malas noticias aumentan cada día desde que este mal empezó. Se ha advertido la gravedad de esta desgracia desde que se expandió por todo el mundo; sin embargo, muchos hicieron caso omiso y continuaron con sus vidas como si todo estuviera bien. Déjenme decirles que ustedes son unos irresponsables, nuestras vidas corren en peligro. No, no es el momento para realizar estas actividades mezclando todas las burbujas. Ahora nos hemos convertidos en sapos. Las autoridades quieren que los ayudemos sapeándolos con todo lo que hacen. Créanme, no me gusta hacerlo, pero con tal de que ustedes abran sus ojos a la realidad que estamos atravesando, no solo en nuestro país, sino en el resto del mundo. ¡Vean, hay mucha gente que no logra sobrevivir! ¡Nuestros hospitales están prácticamente llenos!
Esperen, esperen. Ustedes los que necesitan movilizarse para ir a trabajar, tranquilos. Es comprensible que necesitan laborar para llevar sustento a sus hogares. Tranquilos, no los cuestiono. Tengo una disputa con aquellos irresponsables que creen que pueden hacer lo que quieran en un momento tan difícil como este. No, ustedes no lo están haciendo bien. ¿Saben qué me preocupa tanto? Las vidas de aquellas personas que están luchando por sobrevivir, aquellas que se cuidan para proteger a sus familiares y amigos. Estos seres humanos corren peligro por el descuido de ustedes. Puede que no hicieron el lavado de manos como se debe, claro eso no garantiza que no nos vamos a contagiar. Hay otras formas de transmisión. Tal vez nos dieron demasiada libertad, quizás no debió ser así. Sin embargo, no todo es culpa de ellos. También es la de aquellos insensatos que andan por ahí en sus mundos.
¿Han escuchado la gran cantidad de denuncias que se han hecho en estos meses? ¡Es indignante! Desde aquel llamado de Michael Soto, las personas han estado contactando al 911 para avisar a las autoridades las imprudencias de la gente quienes incumplen la directriz del Ministerio de Salud. ¡Los sapos a los que siempre hemos criticado! Lo están haciendo para proteger a su familia y a la de los demás. Lo que más me enfurece es el hecho de que ustedes les falten el respeto a las autoridades. Sí, ustedes son unos desconsiderados. ¿Pueden creer que cuando la policía llega a las respectivas viviendas, encuentran las mismas con las luces apagadas para pretender que no hay nadie dentro de ellas? ¿Acaso creen que son tontos? Seguro piensan que nunca los van a descubrir. Sin embargo, al final del día, la verdad sale a la luz.
¿Pueden creer que se han enfermado algunas personas debido a las imprudencias de aquellos que incumplen las medidas que nos impusieron para cuidarnos? Esta es la prueba de que la actitud de los imprudentes afectan a los que están alrededor suyo. Espere, ¿todavía creen que todo es falso? ¡Increíble! Les pido que vayan y pregúntenselo a aquellos familiares que sufren por sus seres queridos quienes están luchando por sus vidas. Además, fíjense en los datos de las demás zonas como Latinoamérica. ¡Estamos fatal!
¿Sabían que hay tantas personas que están trabajando duro para salvar nuestras vidas? Es lamentable que no aprecien el arduo trabajo de los médicos y de los enfermeros. ¡No les importa! Ellos son seres humanos también y tienen familia que los esperan en casa. Imagínense lo preocupados que deben estar por sus seres queridos mientras trabajan duro para salvar vidas. ¿Aún no les importa? ¡Lástima que no sean empáticos! Es una cultura que debe cambiar ahora o nunca. Esta mentalidad, como dije anteriormente, puede afectar a los que están a alrededor de todos nosotros. ¡Ah, no sólo ellos trabajan por nosotros! También los que recogen la basura se esfuerzan para mantener los barrios limpios. Por favor, pongánle la cinta roja a la basura en caso de que en su hogar se encuentre uno de los contagiados. Eso los ayuda a manipular el desecho correctamente. No quiero que ellos se enfermen también. No se lo merecen. Nadie se lo merece.
“Hay países que cuando se emiten órdenes o directrices, la gente las acata. En el caso de Alemania, rápidamente las personas dejaron de saludarse, no porque no se quieran, sino porque se quieren y se quieren cuidar. Ha sido similar en países de Asia, nosotros tenemos que llevar eso en nuestra cultura, para cuidarnos. En Costa Rica muchas veces somos descreídos y decimos ‘¡No va a pasar nada, tranquilos’ Y después, cuando pasa algo solemos echarle la culpa a alguien más.”, dijo Carlos Alvarado, Presidente de la República. Nuestra cultura debe cambiar, tenemos que educarnos para tener empatía y ser más responsables con nuestras acciones. Claro, podemos salir un rato a respirar un poco de aire libre y a hacer nuestros mandaditos siguiendo las directrices que nos impuso el Ministerio de Salud. Utilicemos las mascarillas y las caretas y mantengamos la distancia. Recordemos siempre llevar el alcohol gel y lavarnos las manos cada vez que podamos, es por nuestro bien. Con ese acto sencillo, nos protegemos y a todos los demás, los que están alrededor de nosotros. Nos cuidamos de ese virus que nos hace daño. Desde que el mundo conoció de este mal, nuestras vidas cambiaron.
Ahora nuestra normalidad es usar las mascarillas y las caretas. Además, tratar de no tocarnos las caras, ya que eso nos hace mal. ¡Imagínense! Este virus entra por nuestros ojos, nariz y boca y ¡así nos enfermamos! No, queridos, nadie es inmune a esta desgracia. No, no tomen ese veneno; eso no los va a curar, eso los va a intoxicar. No, no les crea a aquellos que se creen expertos en epidemiología. Es peligroso que estén vacilando nuestras vidas. No, por favor, no tengan esa mentalidad; no querrá contagiarse con la excusa de que “así salimos de eso de una vez por todas”. Eso es erróneo, lo siento, pero están muy, muy equivocados; no se olviden que cada cuerpo reacciona diferente. Quizás se recuperen de eso o no. Eso no lo sabemos. Ojalá que sí. Más bien, quisiera que nadie se infecte, aunque lamentablemente eso nunca sucederá. Los casos van a aumentar hasta que ustedes abran sus ojos y vean a su alrededor.
Es increíble que a varias personas les parece exagerado cómo las personas están sufriendo esta enfermedad. Me parece poco empático decir que “a mí sólo me dio un poco de fiebre”, cuando otros la pasan terriblemente mal. Entonces, ¿por qué hay tantos hospitalizados y contagiados en UCI? No se les olviden aquellas personas que tratan de recuperarse en sus casas; ellas también sufren por eso, tal vez no les vaya tan mal como los que están en los centros médicos. ¡Ah! y, ¿por qué ha habido tantas muertes? ¿O esas muertes no son reales? Vayan y pregúntenselo a sus familiares que hoy en día aún sufren porque no pudieron despedirse de ellos. Es horrible, ¿verdad? Para ser sincera, me duele el corazón cada vez que escucho la conferencia. Me pongo a pensar en aquellas familias que sufren por las pérdidas, aquellos familiares que se preocupan por sus seres queridos que se encuentran en los centros médicos y lo único que puedo pedir es que se recuperen, de verdad lo espero. Pero, eso uno no lo sabe, lamentablemente.
Toda esta nueva normalidad nos ha afectado a todos, por supuesto. En mi caso, no he podido ir a la universidad desde aquel día que se anunció la anulación de clases presenciales. Desde entonces he recibido clases virtuales, obvio al principio era raro estar sentada frente a una computadora y recibir las lecciones; sin embargo, ya me he ido adaptando a este nuevo sistema. Por otro lado, es extraño no poder abrazar a mi familia, especialmente a mi hermano. Es complicado no poder saludar a todos como normalmente lo hacíamos. Es insólito entrar a una tienda, que alguien lo espere con un termómetro y que le diga su temperatura tras ponerle aquel aparato en su frente. Honestamente, aún no me puedo creer que todo esté sucediendo. Sin embargo, poco a poco voy acostumbrándome a esta regularidad. Lo que más deseo es que todo esto se mejore, aun sé que eso empieza desde aquellas personas irresponsables. Ojalá cambien su mentalidad y su actitud; necesitamos más empatía y solidaridad en medio de esta situación en la que estamos atravesando. Intenten quedarse en casa y salir cuando es necesario. Ya basta con sus imprudencias. Ya basta con sus excusas. Ya es suficiente.
Nota: Este artículo fue escrito el 14 de agosto de 2020.