En busca de una vacuna
Una persona se vacuna contra el Covid-19. Imagen ilustrativa.
Ansiosa, te sentaste en el asiento dentro del avión junto a tu hermano, Armando, era la primera vez que viajaste desde que la pandemia inició. Con tu mascarilla puesta, miraste alrededor y notaste que mucha gente iba en el mismo vuelo, todos iban a Texas, Estados Unidos.
Algunos colocaron su equipaje de mano y bultos dentro de los estantes que se encontraban encima de los asientos y se sentaron en sus respectivos asientos. Todos tenían la mascarilla puesta debido a las reglas de la aerolínea y tú, Verónica Jiménez, no pudiste con los nervios, no dejaste de pensar en mil cosas.
Era junio de 2021 y tu padre te había dado el dinero para que te pagaras el boleto a Texas para vacunarte. Tu familia estaba estresada debido a que salías mucho por tu trabajo y el de tu padre. Tenías que salir a entrevistar a varias personas; sin embargo, ibas a lugares donde habían casos de COVID-19. Y tu padre tenía que viajar a cada rato por trabajo, yendo a zonas vulnerables.
Toda tu famlia, incluida tú, no podían con la incertidumbre que había en ese momento. Los casos del COVID-19 aumentaban cada día. Ya no podían con ese miedo de salir sin estar vacunados.
Cada día anunciaban mil; 1,800; 2 mil casos. En ese momento no sabías cuándo iban a abrir la posibilidad de que la gente perteneciente al mismo grupo prioritario en el que estabas se vacunara. Aún no habían anunciado la campaña de vacunación para las personas mayores de 30 años con o sin factores de riesgo.
El Gobierno de Costa Rica atrasaba la vacunación debido a que iban agregando a más gente a otros grupos prioritarios. Por ejemplo, en mayo de 2021 el Gobierno anunció que iban a priorizar los funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP), recolectores de basura y trabajadores del Instituto Costarrricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) dentro del grupo 4. Pensaste que la posibilidad de que tu turno llegue se encontraba lejana. Lo mejor que pudiste hacer es acelerar el proceso vacunándote en el extranjero, así te sentías más segura.
Sentiste que el avión echaba para atrás, en la pantalla apareció un video en el cual se explicaba todos los pasos a seguir en caso de un accidente aéreo e intentaste mantenerte en calma, con la esperanza de que todo iba a salir bien. Unos minutos después, el video desapareció, eso significaba que ya había terminado y estuviste a punto de irte del país por dos días.
El avión estaba a punto de despegar. En un aeropuerto chiquito, el trayecto hacia el final de la pista no duró mucho. Fue como si hubieras abierto y cerrado los ojos por un segundo.
De repente sentiste que la adrenalina aumentaba. El avión estaba listo para volar. Los pilotos subieron la velocidad aún más y el avión iba rapidísimo en la pista. Unos segundos después ya te encontrabas en el aire, veías que las casas y los edificios iban haciéndose cada vez más pequeños. El avión se iba alejando de la pista cada vez más. Lo único que pudiste hacer es desear que todo saliera bien.
No pudiste dejar de pensar qué iba a pasar con tu vida, estuviste dentro de un avión lleno de gente y no pudiste dejar de tener la incertidumbre de que te ibas a contagiar o no y si te pasaba, fue por un simple y minúsculo descuido sin haberte dado cuenta. Trataste de mantenerte tranquila y no pensar en ello.
Tres horas, casi cuatro horas después ya estabas aterrizando a tu destino. El avión bajaba y bajaba hasta tocar la pista. Al hacerlo, sentiste la gran velocidad en la que el avión iba, los pilotos trataron de desacelerar el aeronave lo más rápido posible, hasta que lo lograron.
Al llegar a la puerta de abordaje, saliste del avión y caminaste junto a Armando hacia migración. Tenías tanto miedo de llegar allí. Miles de pensamientos entraron a tu mente. Estuviste aterrorizada de que te regresaran a Costa Rica. No supiste cómo las autoridades estadounidenses, quienes se encontraban en sus puestos en migración, iban a reaccionar. Sin embargo, después de que te aprobaron la entrada y a tu hermano, te fuiste de allí tranquila.
En agosto de 2021, el Ministerio de Salud de Costa Rica indicó que 15.712 personas informaron de forma voluntaria que recibieron su vacuna contra COVID-19 en el extranjero entre el 1 de marzo y el 31 de julio de 2021. El 92% de estas personas indicó que se vacunaron en Estados Unidos, mientras otros recibieron la vacuna en México, Canadá, Chile, Brasil, entre otros.
Al salir del aeropuerto te diste cuenta que la gente prácticamente no usaron mascarilla de manera obligatoria como en Costa Rica. Ni siquiera ellos tomaron en cuenta las regulaciones para evitar el contagio, mientras tú mantuviste la mascarilla puesta y trataste de mantener la distancia.
Llegaste al hotel con tu hermano e hiciste el check-in. A pesar de que te ibas a quedar dos días en Estados Unidos, temías volver a Costa Rica con el virus, ya que eso confirmaba que la vacuna no te había hecho efecto después de su aplicación. Pero pensaste que no debías preocuparte por eso, que todo iba a estar bien. '
Cuando te vacunaste, sentías miedo. Estabas incómoda con la situación. Pensaste que estabas haciendo ilegal, que te estabas saltando varios procesos para acceder la vacuna. Tampoco sabías con cuál vacuna te iban a poner. Cuando tú y tu hermano pidieron la cita, no te dijeron si te iban a aplicar la dosis de Pfizer, Johnson & Johnson o Moderna.
Sin embargo, ese miedo se esfumó cuando la enfermera se te acercó para ponerte la vacuna de Johnson & Johnson. Esa señora fue muy amable contigo y con Armando.
El Ministerio de Salud de Costa Rica señaló en agosto de 2021, que el 48% de las 15.712 personas que recibieron la vacuna en el extranjero, obtuvo la vacuna de Johnson & Johnson.
Luego de que les aplicaran la vacuna, les dijeron que debían esperar un rato para verificar que todo estuvieran bien. Ellos esperaban que tú y tu hermano reaccionaran bien a la vacuna. La enfermera los vigiló, se aseguró que estuvieran bien. Pasaron los minutos y les dieron el permiso de retirarse del lugar. No podías creer lo fácil y rápido fue todo.
Sin embargo, no esperabas que en la noche te diera fiebre. Empezaste a sentir mal. Te dolía la cabeza. Sentías que tenías quiebrahuesos. Trataste de descansar al dormirte. Al día siguiente te levantaste sintiéndote mejor, ya no te sentías enferma. Todo está bien, pensaste.
El siguiente paso que debías hacer es llenar el Pase de Salud para que te permitieran el reingreso a tu país. Ahí debías indicar que te habías vacunado en el extranjero. Lo completaste y ya estabas lista de volver a Costa Rica con tu hermano. Finalmente, los dos ya tenían su primera dosis, así que podían regresar tranquilos a su país.
No obstante, unos meses de haber vuelto a Costa Rica, en octubre tuviste que mandarles a las autoridades costarricenses toda la información para que te validaran tu vacunación el extranjero. Tuviste que traducir al español el carnet de vacunación que te había dado aquel día, entregar una declaración jurada y otros documentos. Pasaron meses y nunca recibiste el correo con el código QR hasta que tuviste que ir al Ministerio de Salud a hacer una fila de siete horas para que te lo dieran.
Aunque los comercios en Costa Rica no te obliguen a que les muestres el código, tras que el Tribunal Contencioso Administrativo del Segundo Circuito Judicial de Goicoechea sacaran una resolución en el cual se anulaba la aplicación obligatoria del código QR, ya lo tenías. Habías esperado tantos meses para tenerlo después de haber pasado por tanto enredo con los documentos que debías entregar a las autoridades.
Ahora, tenías que esperar a que llegara el día para ponerte la segunda dosis de la vacuna Astrazeneca en Costa Rica. Esta iba a ser tu tercera dosis oficialmente. Primero, obtuviste tu primera dosis en Estados Unidos con Johnson & Johnson, luego la segunda aquí en Costa Rica con AstraZeneca y finalmente, otra dosis de la vacuna AstraZeneca, la cual obtendrás en unos días.
Nota: Esta crónica fue escrita el 13 de diciembre de 2021.